viernes, 23 de octubre de 2009

Libros de Ángel Alcalá



Ángel Alcalá ha publicado 3 libros con Es Ediciones. En ¡Hazlo! No lo intentes el autor pone el énfasis en la importancia de nuestra actitud y ejemplifica que, siendo positiva, nos proporcionará más capacidad de actuar y, siendo negativa, nos limitará en el propósito de nuestros objetivos. Este libro te muestra cómo hacerlo. Pero la decisión de convertirte en la persona que te gustaría ser, que puedes ser, depende de ti.
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El objetivo fundamental de No hagas dieta. Adelgaza y ponte en forma conociendo tu cuerpo es que te sientas con energía y en armonía con tu cuerpo. Eso es lo que tu mejor amigo, el cuerpo, espera de ti. También se incluye un compendio de menús que abarca desde aquellos para bajar de peso hasta planes alimenticios adecuados para deportistas, niños y ancianos (tanto en su vertiente de personas fisicamente activas como sedentarias).
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Atrévete, Construye tu vida (en librerías a partir de noviembre) nos da las claves para aprovechar nuestra capacidad innata de superarnos y de construir una realidad más positiva para nosotros y los que nos rodean. Con un lenguaje ágil, ameno y cercano al lector, Ángel Alcalá expone los componentes básicos con los que los seres humanos construyen su perspectiva de la realidad y, en forma de ecuación los va sumando hasta dar como resultado una forma vital, humana y valiente de sentir y ver el mundo.
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jueves, 22 de octubre de 2009

Las cuevas de las montañas de Hardl

En las montañas de Hardl se encuentran, triste o felizmente, unas famosas, a pesar de desconocidas, cuevas.

Célebres por ser refugio desde tiempos inmemoriales de aquellos que, hastiados de la vida por haberla probado demasiado o desencantados del mundo por no haberle encontrado sentido, se acercan a ellas para dar con sus huesos, cansados o inquietos, en un lugar fuera del mundo aunque localizado en él.

Las cuevas de las montañas de Hardl se encuentran situadas en ninguna parte, pues es allí donde desean ir aquellos que las buscan. De hecho, ni cuevas ni montañas existirían para nadie si nadie hubiese que las buscara.

Puedes encontrar cuevas grandes o pequeñas, si bien nadie se pone de acuerdo en comparación con qué. Lo que no se da en esas montañas, brumosas cuando está nublado o soleadas cuando se despeja el cielo, son las cuevas de tamaño mediano. Hay gente que dice que es porque éstas se esconden muy bien, aunque nadie lo ha demostrado.

En algunas de las cuevas pueden encontrarse restos humanos, huesos pelados y semienterrados en el blando suelo. Son los huesos de quienes por fin han hallado respuesta a sus preguntas.

La más famosa de ellas es aquella a la que llaman "la cueva de los tres fugitivos", lo que no está muy claro es quién la llama así, pues nadie ha hablado nunca a persona alguna de la existencia de las cuevas ni de sus ocupantes.

La de "los tres fugitivos" debe su nombre a tres hombres que, encontrándose en lugares muy distantes geográficamente en el mundo que todos conocemos, huyeron cada uno de ellos de los otros dos. Nadie sabe el motivo por el que lo hicieron, ni siquiera ellos mismos. Lo que sí resulta claro es que acabaron los tres en la misma cueva como resultado de esa huida y, por tanto, reuniéndose por primera y última vez.

¡Quien sabe lo que ocurrió allí! Lo que sí es evidente, al contemplar los huesos de los tres hombres, entremezclados y confundidos entre sí, es que las cuevas de Hardl existen para recordar a todo el que las busque que, si las encuentra, entenderá con claridad que toda huida acaba en una reunión y que nada puede escapar, sino sólo volver.

No es una lección fácil, ni que tenga sentido inmediato.

Pero es una lección.
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Dardos

“El ser humano llama al universo y éste no le responde. Algunos hombres se percatan de que jamás obtendrán respuesta, pues aparentemente nada existe y nada puede responderles. Algunos de ellos se quitan la vida, otros crean un mundo. ¿No se dan cuenta todos ellos de que sí existe respuesta y ésta procede de sí mismos?”.

“En realidad, todo comportamiento humano se reduce a la danza entre lo oscuro y lo luminoso, en proporciones variables según el momento”.

“Si no trabajas contigo mismo, si no intentas, con todo tu corazón, ser el ser humano que realmente eres y que pugna por salir del caparazón que le aprisiona, jamás podrás aconsejar a nadie en asuntos humanos, pues todo serían falsedades, mejor entonces que callaras y te avergonzases de intentar dar consejos”.

“La belleza nunca es superflua, la belleza siempre es útil, más que un mero adorno, sin embargo, está en los ojos del que mira, se proyecta a través de su mirada y vuelve a él”.

“La busqueda de nosotros mismos es la razón por la que no nos encontramos”.

“La verdad nunca es como uno quisiera, ni siquiera cuando se inventa la verdad”.

“Humilde y valiente, consciente de su propia finitud y fragilidad. Sabiéndose tosco recipiente temporal de lo atemporal y eterno, que lo contiene y es contenido en él. Humilde parte del todo que es el todo mismo. Feliz de no ser un dios y divino por no querer serlo. He aquí, lo que en esencia debería ser y ya es el ser humano”.

“Las realidades compartidas son más reales a los ojos de la sociedad que las que crea un solo individuo y, por tanto no está consensuada por el grupo. Parece ser pues, que para que algo sea real, solamente tiene que ser creído por un número lo suficientemente grande de personas. Es la confusión de lo real con lo social”.

Continuará…


Doce puntos, doce reflexiones

Son muchas las ocasiones, en las que se han dirigido a mí personas que sienten un vacío en sus vidas. En realidad no saben explicar lo que les ocurre, simplemente es una sensación de “no estar a gusto en el mundo”, de “aburrimiento y desmotivación por la vida”. En otras ocasiones, el malestar que refieren es más desalentador: ansiedad, tristeza, sensación de pérdida, de inutilidad de todo lo que hacen, falta de ilusión ante la existencia.

Si descartamos los cuadros de depresión, más o menos claros y graves, podemos observar que un buen número de personas presentan en algún momento de su vida esta especie de vacío existencial, el cual les atenaza e inmoviliza, alejándoles de la vida, matándoles en vida, desilusionándoles de todos y de todo… incluso de ellos mismos.

Hace tiempo desarrollé los doce puntos que presento a continuación como parte del sistema de desarrollo humano que llamo Posicionamiento Vital.

Es costumbre que, cuando alguien se acerca a mí con esa sensación de desorientación y difusa angustia, le recomiende llevarse los doce puntos a casa, leerlos y reflexionar durante unos días y, después, en otra sesión, comentarlos conmigo para así, entre los dos, comenzar a buscar ese sentido de la vida que, en algún momento esa persona perdió o quizás aún no ha encontrado.

Te ofrezco esos doce puntos y te invito a reflexionar, desde la más absoluta sinceridad, sobre ellos. Todos nos podemos beneficiar de ellos, el conocimiento de ti mismo es, posiblemente, la tarea más importante que puedes llevar a cabo en tu vida.


1. ¿Hay alguien o algo que te importe más que tú?

2. No podemos evitar los estados que irrumpen desde el inconsciente, pero sí podemos aceptarlos y elegir qué hacemos con ellos.

3. La acción repercute en el pensamiento con más facilidad y en mayor medida que a la inversa.

4. No importa que creas en ello o no, una acción distinta a las habituales acaba no solo por crear resultados distintos, sino también por formar creencias diferentes.

5. Los sucesos son objetivos, sus interpretaciones subjetivas. Se puede cambiar el efecto de un suceso en tu vida cambiando su interpretación.

6. Al final morirás, nada de lo que hagas cambiará esto, si el fin es inmutable, la vida no debería acobardarte.

7. En realidad el único momento existente es el presente y es el único momento en el que puedes emprender una acción, por lo que actuar AHORA es lo único que produce resultados.

8. El entorno de lo cotidiano es seguro, pero por eso mismo puede convertirse en una trampa, vivir en una placenta de familiaridad te anclará, tarde o temprano, en un pasado que ya no tiene sentido para ti.

9. La vida es cambio y el cambio es una tendencia natural, lo inmóvil no está vivo.

10. El proceso de convertirse en un ser humano consciente no es fácil, a veces es doloroso, pero siempre fascinante y, en cualquier caso, es la tendencia natural de las personas. Ir contra la naturaleza siempre crea más problemas de los que evita.

11. La sinceridad con uno mismo siempre tiene su recompensa.

12. Una forma adecuada de romper el ego y superar el vacío existencial que nos angustia es entregarnos SINCERA y REALMENTE a algo que nos importe más que nosotros mismos.

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